miércoles, 18 de febrero de 2009

Vida Cuántica

"Puedes echarte al suelo, apretarte contra la madre tierra, con el seguro convencimiento de que tu eres uno con ella y ella es uno contigo. Estás tan firmemente fundamentado y eres invulnerable como ella, más bien mil veces más fuerte e invulnerable. Tan seguro como que ella te tragara mañana, tan seguro como que te parirá de nuevo para renovadas ambiciones y sufrimientos. Y no solo algún día: ahora , hoy , a diario te da a luz, no una vez sino miles y miles de veces, como también te devora miles de veces a diario. Porque eternamente y siempre es sólo ahora, este único y mismísimo ahora, el presente es el único que nunca se acaba."
Este hermosísimo pasaje corresponde a "Mi concepción del mundo", de Erwin Schrödinger, Premio Nobel de Física en 1933 y uno de los padres de la moderna física cuántica, creador de la ecuación de onda ejemplificada con el imaginario experimento del "gato de Shrödinger".
En su libro, Schödinger alude continuamente a la sabiduría Védica, con más de 4.000 años de antiguedad, y a uno de sus conceptos fundamentales: la multiplicidad es ilusión, maya. La multiplicidad percibida es solo apariencia, en realidad no existe. Recordando que el objeto percibido tiene que ser "vivido" y no sólo entendido racionalmente.
Hemos necesitado de la información científica acumulada durante milenios para poder entender y describir lo que civilizaciones antiguas sabían mucho antes que nosotros, a través de un conocimiento irracional quizás, pero vivido y sentido. Si logramos, al fin, abrir nuestro centro de sentimiento, conseguiremos integrar mente y corazón, sentimiento e información. El círculo quedará cerrado, listo para una nueva etapa

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