¿Pretendes seguir ignorando que cada minúsculo movimiento que efectúas tiene un efecto sobre el diseño del todo? ¿Lanzas una piedra y pretendes que no genere ondas sobre el agua?
Cualquiera de mis criaturas avalanzándose sobre otra con la intención de devorarla carece de crueldad. Tú no.
Eres el único ser vivo que rompe mi sagrada armonía. Todo en la Tierra es equilibrio, milimétricamente ajustado para favorecer la vida en el planeta. Has querido ser el dueño, poseerme, olvidando que si no caes en este momento al vacío es por el equilibrio entre fuerzas opuestas que ahora comienzas a atisbar, pero eres incapaz de re-crear.
Revisa tu existencia: aciertos y errores, triunfos y derrotas, nacimientos y muertes encuentran sentido en la noción de equilibrio, que ahora te resulta tan ajena. No hay crueldad en la Naturaleza, ni afán de posesión, sólo armonía, la efímera presencia de Uno que es parte de Todo. Y así lo siente, algo que tú has olvidado.
Koyyanisqatsi, vida fuera del equilibrio en lengua hopi y fantástico documental del año 82.
No hay comentarios:
Publicar un comentario