miércoles, 25 de noviembre de 2009

Tierra y Riqueza

Hubo un tiempo en que la prosperidad dependía de la tierra. Tiempos lejanos en que la abundancia de cosechas se celebraba con ritos de gratitud hacia la Diosa Madre. La comida, el bienestar de las familias, dependían de la generosidad de la Tierra y era ella la medida de la riqueza.
Pero en algún momento los arrogantes humanos decidimos que, lejos de contentarnos con optimizar cosechas con métodos naturales - respetando los ciclos de la Gran Madre- podríamos sacar más provecho saqueándola. "¿Por qué hemos de respetarla si somos más poderosos que ella?" bramaban, fanfarrones, los dueños de grandes corporaciones, homínidos codiciosos sólo ávidos de atesorar dinero, que encontraban la auténtica medida de la valía personal.
En sólo 100 años -un suspiro apenás en el tiempo que llevamos ocupando el planeta- hemos saqueado, expoliado y maltratado a la Tierra. En algún momento pasamos de reverenciar a la gran Diosa Madre como proveedora y nutriente, a perder el respeto por la Vida en toda su variedad y diversidad.
¿Es demasiado tarde? No, nunca es tarde para amar ni para retomar la certeza de que no hay auténtica riqueza en el expolio, que estamos aquí pero que la tierra no es nuestra y que somos responsables de ella ante los hijos de nuestros hijos. Abre los ojos y alza tu voz ¡YA!

2 comentarios:

  1. que verdad más grande !!! Esa la manía del hombre de creerse superior a todo ,incluso a los dioses , ha llevado a cometer los peores errores de la historia.De los errores se debe aprender y buscar el modo de rectificar. Sólo así podremos evolucionar hacia una Nueva Era en armonía con la Madre Tierra .
    ojala !!! sea la Nueva Era que se inicia en el 2012.
    gracias por tu comentario en mi blog
    un beso

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  2. Muchas gracias Anusky. Sí, a ver si los hombres hacen un esfuerzo por cambiar el significado de la "hombría" y podemos avanzar juntos. La evolución es integrar armoniosamente los aspectos femenino y masculino que todos llevamos dentro.
    Un beso

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