martes, 5 de mayo de 2009

Alma mía

Dicen que estás en el cerebro pero ¿Cómo puede explicar un pez el océano? ¿Qué sentido tendría?
Cuantas noches te llamo, te busco con anhelo, afino mis sentidos para percibir tu susurro. Porque a veces te siento lejos, aún sabiendo que más que este manojo de músculos, células y neuronas, yo soy tú. Un alma en un cuerpo.
De repente llegas sin avisar, la alegría del reencuentro, te percibo diáfana y clara, las flores me saludan al pasar. Cuando mi mente se serena te siento plena, vibrante. Y entonces sé que todo lo que veo, lo que escucho e incluso lo que pienso, es pura ilusión. Sólo tú eres real.
A veces, una ráfaga de otra alma ¿Por qué los humanos sentimos tan distanciada el alma? ¡Cuantas veces percibo el alma de otra persona sufriendo por las palabras que está diciendo, por las decisiones que está tomado en ese preciso momento!
Debería ser fácil el camino del alma.... porque cuando los humanos dejamos de sentirla nuestro mundo es un lugar deshumanizado, es difícil vivir en él.