Porque hoy he dicho ¡No, basta ya! ¡No aguanto más!
Porque hoy el hartazgo ha sobrepasado el miedo a perder la comodidad, las pequeñas seguridades pagadas al precio infinito de vivir en la mentira. Porque hoy quiero estar cómoda, en vez de acomodarme como buenamente pueda. Aunque no sepa cómo, ni por dónde empezar
Hoy he hecho mi elección sin vuelta atrás y me he encontrado al borde de un abismo con una figura encapuchada en lo alto de la noche negra. "Me es igual quién seas, mi furia, mi determinación de que nunca más, ha roto los límites y no temo nada. Mírame, ahora".
En ese momento la figura encapuchada se volvió, mostrando su rostro de calavera, y cayó hasta el fondo mismo del precipicio. Era mi vida vieja: ajada, agotada, un esqueleto reseco que sólo la inercia mantenía con apariencia de unidad.
Y otra figura con capa, la de una mujer bella, dulce y poderosa, me tiende la mano amable, susurrando: "Confía en mí, no mires hacia atrás". Y al fin siento en todo mi ser el viejo sueño infantil, casi olvidado, de volar sobre valles y montañas, de que no hay abismos más insalvables que el miedo a empezar de nuevo una vida con corazón. Que el miedo se desvanece al mirarlo de frente, porque igual que la calavera seca, es todo lo que fuimos pero que ya dejó de existir. Sólo cuando rompemos nuestros límites el esqueleto se hunde en el abismo y la nueva vida nos tiende la mano.
...me dejo llevar bajo su capa extendida, envuelta en la magia de la noche estrellada. El camino aparece al fin a mis pies.
Como diría Serrat
ResponderEliminar" De vez en cuando la vida
toma conmigo café
y está tan bonita que
da gusto verla.
Se suelta el pelo y me invita
a salir con ella a escena "
un beso cargado de luz
Hola Anusky, sí es preciosa la canción de Serrat. La vida siempre tiene razón, aunque a veces nos olvidamos y no queremos escucharla.
ResponderEliminarGracias por pasarte y otro beso fuerte para ti