martes, 14 de diciembre de 2010

Seguiremos avanzando...

"El mundo está muy mal", "Nadie sabe cómo va a acabar esto", "La situación está cada vez peor"
Seguro que te suenan estas frases...y la energía, el sentimiento vital que se transmite a través de ellas. El día que resuelvas cambiar un poco la perspectiva, conversa un rato con una persona de mucha edad. Porque lo cierto es que ese abstracto "mundo" siempre ha estado muy mal...sólo que Tú no lo sabías.
Porque no hace tanto la tortura era un espectáculo público al que acudían familias con niños comida en mano. Porque sólo hace un suspiro que el color de la piel ha dejado de ser señal de una especie humana de segunda. Porque tan sólo un instante atrás el sexo femenino era una mala copia del masculino, con el alma extirpada. Tan poco tiempo hace que en algunos lugares aún persisten estas conductas, contumaces.
Y mirando hacia atrás tan sólo un momento, descubrirás nuevas fuerzas para mirar adelante, adónde queremos y debemos ir. Somos ya átomos conscientes de sí mismos (en frase del paleontólogo Juan Luis Arsuaga) y el camino no ha sido fácil desde aquella criatura asustada, que a duras penas conseguía alzarse sobre dos piernas. En el camino hemos aprendido, la clave de nuestra evolución.
Casi independientes ya de la evolución dictada por las leyes biológicas, ahora el aprendizaje depende de nuestra conciencia. Podemos guiar nuestra propia evolución, diseñar cómo queremos ser y vivir.
Quizás una mirada a la actualidad diaria no mueva al optimismo, pero visto en perspectiva hay que darle un voto de confianza a la fabulosa capacidad de evolucionar de nuestra especie.
Sean cuales sean las circunstancias, apártalas un instante y SONRÍE: SEGUIREMOS AVANZANDO, COMO SIEMPRE. AUNQUE NO SEPAMOS CÓMO.

miércoles, 23 de junio de 2010

De la fertilidad

Hoy sientes el regusto amargo de la desesperanza, te has cansado de esperar, de sembrar en vano, de despertar un día más obcecándote en que hoy es el día. Y por la noche te acurrucas en tu lecho, con el cansancio que te desborda, intentando proteger al menos una pizca de esperanza para poder abordar el día de mañana.
¡MÍRAME¡ PORQUE TÚ Y YO SOMOS LO MISMO. Quizás es la respuesta en los ojos del ser amado, quizás una llamada para poder, al fin, trabajar. O quizás es sólo un leve guiño de FORTUNA lo que esperas.
Tus ancestros desentrañaron con esfuerzo mis señales para poder alimentarse, soy cíclica y soy en espiral, como la propia materia de tu vida, el ADN. Doy vueltas sin volver al mismo sitio, siempre un poco más alto, el mecanismo de la evolución. Las primeras criaturas, apenas humanas, lograron discernir cuándo sembrar y cuándo recolectar, cuándo el vientre de una mujer puede ser pleno de una nueva vida y cuándo la simiente no produce cosecha.
Soy fértil; como TÚ, como tus Proyectos, como Tu Amor. Pero tendrás que desvelar los misterios de la fertilidad, porque el momento adecuado es la mitad de todo ese empeño que día a día parece desvanecerse en tu interior.
Tu fertilidad no se lee en los ciclos de la luna, ni en el devenir de las estaciones....gírate a tu corazón. Escucha allí, en silencio y sin expectativas, déjame susurrarte al oído que el momento que hace tanto tiempo esperas, realmente existe. Soy la Vida, escúchame por favor, porque siempre te estoy hablando. No desesperes más, tu momento existe.

miércoles, 17 de febrero de 2010

El sentido lo pones Tú

"Creo que, a pesar de su aparente absurdo, la vida tiene sentido; y aunque reconozco que este sentido último de la vida no lo puedo captar con la razón, estoy dispuesto a seguirlo aún cuando signifique sacrificarme a mí mismo. Su voz la oigo en mi interior siempre que estoy realmente vivo y despierto. En tales momentos, intentaré realizar todo cuanto la vida exija de mí, incluso cuando vaya contra las costumbres y leyes establecidas. Este credo no obedece órdenes ni se puede llegar a él por la fuerza. Sólo es posible sentirlo" Escribía Hermann Hesse en Mi Credo.
Sean cuales sean las circunstancias de nuestra vida, sólo nosotros podemos darle sentido, único y personal para cada uno. Cada día enfrentamos una elección importante: si decidimos, que pase lo que pase, estamos convencidos de que una mano negra se encuentra tras todos los acontecimientos del día, dispuesta a hundirnos. O si, por el contrario, tenemos la certeza de que la vida siempre está de nuestro lado, que en toda vivencia reside una aprendizaje. Si decidimos que, invisibles, hay unos puntos de conexión uniendo nuestras experiencias y cuyo diseño sólo se hace visible al pasar los años.

miércoles, 3 de febrero de 2010

De vez en cuando la vida...

...me lleva al borde del abismo.
Porque hoy he dicho ¡No, basta ya! ¡No aguanto más!
Porque hoy el hartazgo ha sobrepasado el miedo a perder la comodidad, las pequeñas seguridades pagadas al precio infinito de vivir en la mentira. Porque hoy quiero estar cómoda, en vez de acomodarme como buenamente pueda. Aunque no sepa cómo, ni por dónde empezar
Hoy he hecho mi elección sin vuelta atrás y me he encontrado al borde de un abismo con una figura encapuchada en lo alto de la noche negra. "Me es igual quién seas, mi furia, mi determinación de que nunca más, ha roto los límites y no temo nada. Mírame, ahora".
En ese momento la figura encapuchada se volvió, mostrando su rostro de calavera, y cayó hasta el fondo mismo del precipicio. Era mi vida vieja: ajada, agotada, un esqueleto reseco que sólo la inercia mantenía con apariencia de unidad.
Y otra figura con capa, la de una mujer bella, dulce y poderosa, me tiende la mano amable, susurrando: "Confía en mí, no mires hacia atrás". Y al fin siento en todo mi ser el viejo sueño infantil, casi olvidado, de volar sobre valles y montañas, de que no hay abismos más insalvables que el miedo a empezar de nuevo una vida con corazón. Que el miedo se desvanece al mirarlo de frente, porque igual que la calavera seca, es todo lo que fuimos pero que ya dejó de existir. Sólo cuando rompemos nuestros límites el esqueleto se hunde en el abismo y la nueva vida nos tiende la mano.
...me dejo llevar bajo su capa extendida, envuelta en la magia de la noche estrellada. El camino aparece al fin a mis pies.

miércoles, 27 de enero de 2010

Creerse dioses, creerse diosas

Creerse dioses...
Mi meta es expandirme, no vacilo en tomar las vidas ajenas que se me opongan, hacer mi voluntad es sagrado, incluso si he de sacrificar a mi propio hijo. Es mi designio, es divino, y éso basta.
Poseo, y en el acto de poseer encuentro la medida de mi grandeza: las tierras, los mares, las criaturas, hasta los cielos ...me pertenecen, puedo dominarles. Si es preciso modificar su naturaleza para servir a mis intereses, lo hago sin reparos. Para éso soy dios, para mostrar la muestra de mi grandeza y de mi poder.
Mis semejantes, las mujeres, son seres imperfectos: faltas de conexión divina, son el receptáculo de mi semilla, el tanque de cría para perpetuar mis genes. Algunas sirven bien como madres, otras sólo sirven para mi placer. Sus cuerpos proporcionan el alivio que preciso para relajar la tensión de la lucha. Es un placer igual al de poseer, tomo y dejo, me canso y espero un nuevo cuerpo que me sirva.
Creerse diosas...
Mi misión es conservar el equilibrio: las criaturas, las estaciones, los ciclos de la luna. Puedo sentirlos a todos en mi interior, mares y valles, desiertos y volcanes en mi interior, existiendo en un orden perfecto que he de preservar. Porque por éso formo parte de este mundo.
No poseo, porque es imposible poseer lo que realmente se ama. Mi misión es cuidar y hacerme responsable de todo lo que se me ha dado, para lograr la armonía, ese delicado arte que puedo apreciar en el misterio del nacimiento y la muerte, del día y la noche, de las estaciones. Soy la guardiana del equilibrio y sé que a cada causa sigue un efecto, procuro que el mío sea benéfico sobre el sistema.
Mi cuerpo, como el de mis semejantes, es la manera de expresar todo mi ser. Y compartirme es una experiencia divina ¡Qué milagro resonar al unísono¡ Mi vida ha sido tan sólo un instante. Pero valió la pena.

martes, 19 de enero de 2010

Iconografía de una época

Las imágenes de una época reflejan tanto como las palabras el sentir de las gentes que en ella vivieron, pero también sirven de símbolos para reforzar el inconsciente colectivo de quienes nacen bajo el signo de un tiempo determinado.
Desde hace 2000 años el símbolo del Cristo en la cruz ha ejercido de aviso a navegantes...¿Alguien se atreve a proclamar que sería estupendo amar al prójimo y a venerar la divinidad en nuestro interior ante el aterrador futuro que les espera a quienes lo hacen? Pocos, porque lo cierto es que quienes lo han hecho han acabado también sacrificados: Gandhi, Luther King y tantos otros héroes anónimos.
La cruz era ya un símbolo entre los egipcios: de la unión entre lo humano y lo divino, el espíritu humano alzándose y trascendiendo su naturaleza mortal. Con el cristianismo, pasó a reverenciarse un instrumento de tortura: la que esperaba a los mismos que quisieran elevarse hacia lo divino.
Nuestras películas, todo nuestro inconsciente colectivo está lleno de malvados ignorantes....muy, muy poderosos. Hemos asumido -con indefensión aprendida- que el poder está en manos de gente desalmada, seres deshumanizados que no dudarán en inlfligir todo tipo de calamidades a sus semejantes a cambio de seguir manteniendo cuotas de poder terrenal. Como si ésto, lo terrenal estuviera en oposición al espíritu, al alma o a la conciencia que nos dicta qué es lo que debemos hacer....aunque no nos reporte un beneficio económico.
Mira a tu alrededor, el espíritu -Manitú de los antiguos pueblos indios- está por todas partes: en los árboles, en los pájaros, en una brizna de hierba y en tus propios hijos. Es la materia misma de la que está hecha la Madre Tierra.
Cambiemos el símbolo ya, que una nueva iconografía domine una nueva etapa: imágenes que muestren que el poder sirve al bienestar de todos, que la riqueza -en su más amplio sentido- es patrimonio del alma que sabe venerar la Tierra y a todas sus criaturas. Encontremos para inspirarnos imágenes del Poder con Amor..

jueves, 7 de enero de 2010

El poder no tiene emociones

Emociones, la materia prima de la existencia humana, el tobogán por el que siempre estamos prestos a deslizarnos, el más fabuloso mecanismo de control de masas...
Pero los dioses no tienen emociones. De ahí que los antiguos intentaran en vano conmover a sus airados dioses, ajenos al tormento infligido a los humanos, siempre sintiendo. Alegría, dolor, rabia, ira, esperanza, envidia, simpatía...inlcuso enamorarse es una montaña rusa. Somos adictos a las emociones.
Observa a los modernos dioses menores, en forma de gobernantes, presidente de multinacionales, grandes banqueros o presidentes de corporaciones: tampoco tienen emociones, al menos hacia el resto de sus semejantes. Y ahí reside su poder...aunque en versión perversa.
Porque también es posible otra forma de Poder, sin el vaivén de las emociones pero con el anclaje firme y seguro de un sentimiento: Amor. No importa cuán imposible parezca definir el sentimiento en sus infinitas versiones, hay una regla sencilla: todos somos lo mismo, células de un mismo organismo. Descubramos al fin que aunque el poder carezca de emociones, puede servir a un sentimiento: Amor a la Vida y a todas las formas en las que ella se expresa.